viernes, 27 de abril de 2018

MARATÓN DE MADRID (22 abril 2018)

Por Khene



Cuando crees que no puedes caer más bajo, la vida te da una lección de humildad y el maratón te pone en tu sitio.

Mi peor marca en maratón y mi mayor sufrimiento en una prueba deportiva. Hice TODO (o casi) lo que no hay que hacer antes de un maratón.

 No creo que me quede margen para empeorar 

La carrera en sí fue guay, as usual. Mogollón de corredores y público, las bandas de rock, un recorrido durecho y una cosa amarilla y caliente en el cielo que casi no recordaba cómo era.

Antes de la salida me hice una foto con Jotaeme, como la que nos habíamos hecho hace 10 años, en lo que había sido mi segundo maratón. A Fran Collado no lo vi pero sé que le salió un maratón fabuloso.

Con Jotaeme, del Esprintes Ourense.
Muchos maratones en estas piernas

Primer kilómetro.
Globos, risas y buen rollo


Salí a mi ritmo objetivo sin darme cuenta de que la Castellana “tiraba p’arriba”. Cuando me di cuenta estaba sudando demasiado. Uf! A ver si me estabilizo, pensé. Y fue que no. Tras idas y venidas por el tablero del Monopoly, entramos en la Gran Vía.
Recorrido del MAPOMA


Justo en Callao estaba mi chica. Me acerqué a saludarla y le dije que iba un poquillo lento. Todavía no sabía yo lo lento que iba a ir.

Todos giraban a la derecha menos yo.
No, no me había despistado, es que estaba mi chica y tenía que saludarla


Cruzo Sol y en Mayor me desvío unos metros para hacerme una foto con el “Vecino Curioso”.

Con el vecino curioso en la Calle Mayor

Los kilómetros siguen pasando y llegamos al Parque del Oeste, lugar habitual de echar un pis, pero un cambio de recorrido hace que los meones vayamos a otros arbustos. En ese punto suelo comprobar el color de la orina y vi que la cosa no pintaba bien. Estaba bebiendo 200 cc en cada avituallamiento pero, con el calor, no estaba siendo suficiente.

El ritmo poco a poco fue bajando y en el km 29 me di contra el muro. Por suerte no me afectó al ritmo, ya que era un poco difícil ir más lento. Sólo tuve pensamientos grises q se quedaron atrás.

Un par de kilómetros más allá adelanto al globo de las 4 h... porque se le había escapado al guía y se había quedado enganchado en un árbol jajajaja Salimos de Casa de Campo en el km 34 y desde ahí hasta la meta fueron los peores kilómetros que he corrido nunca. En fin, que llegué a meta en 4h37’, vacío y dolorido. Me costaba hasta respirar.

En los 500 metros que recorrí al salir de la zona de meta hasta encontrarme con mi chica, tuve que sentarme 2 veces. Fue la primera vez que termino un maratón sin pensar en el siguiente. Hoy ya estoy pensando en el de Niza jejeje y quizá un Major para el 2019.

Jodido pero contento.
Acabé


Gracias Meli, Diego y Almu por los ánimos y la compañía. Gracias Margui por la cena y la conversación pre-maratón. 

En todos los maratones se aprende algo y en este aprendí mucho.
Ahora, a seguir entrenado y a dejar de competir sin haber entrenado adecuadamente. Que ya tenemos una edad (¿verdad, Jotaeme? ). Con la excepción del Trail do Río da Fraga, dejo la carrera a pie hasta el curso q viene y me dedicaré a los triatlones y las travesía a nado, que ya viene el buen tiempo.





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