CAPÍTULO 1: LA PREPARACIÓN
Después de varios años intentando
conseguir dorsal a través del sorteo, y mismo el año pasado a través de tour
operadores especializados, conseguí plaza para el maratón de Londres. ¡Por fin!
Cuando en agosto me confirmó Marathínez
que una de las plazas era mía pensamos el míster y yo de hacerlo a tope. Llevaba
una temporada fantástica, y Londres presume de ser un maratón muy rápido. Pero
la preparación fue un desastre. Primero hubo que superar una anemia y la
preparación específica que comenzó el 15 de enero también fue un poema. En las
primeras semanas me seguía sintiendo como si algo me frenara al correr. La voz
de alarma fue cuando comprobé que hasta no era capaz de aspirar todo el aire
que mi cuerpo recoge normalmente. Se había bloqueado la espalda y paré 5 días
con la esperanza de solucionarlo… pero mi espalda me seguía lastrando, me
sentía contracturado. A partir de ahí tocó aplicar el “modo supervivencia”. A
olvidarse del plan y a rodar (nada de series) por sensaciones. Pese a las
sesiones de fisio y las atenciones de mis compañeras del Departamento de Imaxe
Persoal en el IES de Teis pasaban las semanas y seguía el problema.
Sabía que sería finisher en
Londres aunque fuera a rastras pero preocupado por lo lastrado que estaba fui
al médico y las últimas 4 semanas hubo una importante mejoría gracias a los
antiinflamatorios que me recetaron (y a las sesiones de fisio y masajes en el
instituto). Para colmo de adversidades tres semanas antes de la cita no pude
hacer el largo programado porque pillé un catarro. Con todo, a falta de un mes,
empecé a progresar, cada semana que pasaba me notaba mejor. Faltando 3 semanas
veía que a lo mejor podía hacer 3 horas 30’, faltando dos me encontraba para 3
horas 10’ (la Vig Bay me subió la moral) y la anterior Carlos Adán, siempre he
notado su apoyo (¡qué grande es!) me dijo que podía andar sobre 3 horas 5’.
Estar en Londres era una victoria y ahora me veía, si la espalda me respetaba,
con fuerzas de hacer toda la prueba corriendo.
Llegaba con un mínimo de
garantías. Falto de entreno de calidad pero haciendo en el último mes una media
sobre 75 Km semanales y en las 14 semanas de preparación 1075 Km
CAPITULO 2: LOS DÍAS PREVIOS
6 días antes del gran día en el CARMA nos llevabamos
un batacazo. Fer, el marido de nuestra compañera Doris, perdía la batalla
contra el cáncer. Ese era su maratón y parecía que lo iba a ganar. Sus 37 años,
sus ganas de vivir, y sobre todo la evolución tras el trasplante de médula…
Pero se nos fue. Con permiso de Doris decidí correr con una foto de Fer en el
pulsómetro.
Un maratón entre dos |
Perdió
el maratón más importante, el que desgraciadamente no tiene revancha, pero ese
domingo ganaría un maratón porque en los maratones ganamos todos los que
alcanzamos la meta. Estaba claro que iba a ser el maratón más emocionante de
los que llevo realizado.
Llegué a Londres a media mañana
del viernes. Aproveché la tarde para hacer un poco de turismo y “mascar” el
maratón. En los Major los días precedentes al evento se huele el maratón por
los cuatro costados. Así fuera en New York en el 2010, en Berlín en 2011, en
Boston en 2014 y en Chicago en 2015. Londres no iba a ser menos y un reguero de
corredores inunda la ciudad.
Noto que desde el 2010 la fiebre
de los Major se ha disparado. Me llama la atención la cantidad de corredores
que van a terminar los Six Major o que están a punto de hacerlo. El perfil medio
es de personas que hacen entre 3 horas 30’ y 4 horas 30’, de alto poder adquisitivo y
que viajan por tour operador. ¡Me topé con varios que venían de correr en Boston el lunes!
El sábado comienza con un trote
muy suave de 26’ con Marathínez para explicarnos cómo volver al hotel tras el
maratón. Luego de desayunar nos llevan en autobús a la Feria del Corredor en el
ExCel London, un gigante centro de exposiciones.
Muy bien organizada, como todo lo
relacionado con London Marathon. Fácil la recogida del dorsal y con el detalle
de tener un área para imprimir el justificante necesario para la recogida
pensando en despistados como un servidor.
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Recogida de dorsales y Feria del corredor
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De tarde la idea era encerrarme
en la habitación y descansar pero pensando en regalos aún anduve un par de
horas (bueno los desplazamientos en metro). Antes de acostarme dejo todo preparado
Preparada la artillería |
CAPITULO 3: EL GRAN DÍA
Tocaba madrugón. A las 4:45 en pie
ya que nuestro autobús sale del hotel a las 7 de la mañana. El organizador
quiere evitar posibles contingencias y faltando más de dos horas ya estamos en Greenwich, en
la zona de descanso previa a entrar en los cajones. Se trata de un gran prado
con amplias zonas de baños. Allí estaremos relajados, estirando un poquito o
recostados.
Una foto relajado y otra con Iván Rama |
Durante
el viaje voy sentado con Iván Rama, un valenciano que tiene de mejor marca 2
horas 36’ pero que está medio lesionado y me dice que sale para 3 horas. Así
que un nuevo amigo y buena compañía en el tiempo de espera y, sin decirlo explícitamente,
decidimos empezar juntos el maratón.
Al principio pocos corredores en
esta zona de espera, pero a medida que se acerca la hora la afluencia es
notable, aunque no es atosigante.
Como es normal en los Major hay
unos cuantos disfrazados de bailarinas, de oso… Impacta uno que va de Avatar,
Algunos con tanta ropa les espera un gran sufrimiento. El día amanecíó
despejado y son las 9 y se empieza a notar calor. Ya en carrera me llamará la
atención uno que va de jugador de rugby, con el casco pertinente y el balón. A
la espalda lleva un distintivo que indica que está intentando un record Guiness.
Por mi cabeza ronda la idea de
hacer cada milla sobre 6’45’’ – 6’50’’ para hacer entre 3 horas – 3 horas 5’.
A falta de 15’ nos vamos al
cajón. Con 5’ de calentamiento llega y como tenemos el cajón 1 nos imaginamos
que allí podremos trotar. Pero resulta que el cajón 1 es enorme y que ya está
lleno de corredores. Toca salir sin un metro de calentamiento y muy atrás.
Menos mal que la musculatura con este tiempo no está fría.
TARDAMOS en pasar la salida. Mi preocupación principal
en estas primeras millas es evitar un tropiezo con tanto corredor. Imposible
avanzar. Cuando parece que ya empieza a haber huecos resulta que confluimos con
las otras dos zonas de salida y sigue la aglomeración.
Gracias a esa marabunta no salimos
como cohetes. No míster, no es que usara la cabeza, es que no se podía ir más
rápido jajaja.
Los parciales de paso los voy a
hacer en millas (pensaba que los Km solo estaban marcados de 5 en 5. Luego
resulto que había todos los puntos Km). Las primeras millas salen sobre 7’00’’
y pasamos el Km 5 en 21’14’’ brutos (4’15’’/Km). Ritmo para 3 horas.
Ya desde la primera milla muchísimas personas en las aceras.
Calculo que no llega ni al 10% del recorrido donde no hay gente animando.
Comento con Iván el pedazo ambiente reinante.
Hace bastante calor. Se preveía
20ºC pero la sensación térmica me parece mayor. Luego sabremos que corrimos a
23ºC. Era consciente de que iba a hacer calor e intenté hidratarme a conciencia
los dos días anteriores. En carrera hay muchísimos puntos de avituallamiento de
agua. Cojo en todos y cuido beber y el resto echármelo por encima de la cabeza.
A principio de carrera compruebo
que la correa del Garmin está medio suelta. Sobre la milla 7 me cae. Parada en
seco y hasta final de carrera reloj en la mano.
Tengo claro que hoy con este
calor puede ser una “escabechina” y me planteo correr por sensaciones. No estoy
para marca así que a hacerlo lo mejor posible pero con cabeza. Iván ha
aumentado una macheta el ritmo y veo que no voy cómodo. Es la milla 8 y le digo
que tire.
Aún así paso el Km 10 en 42’24’’. Sigo en ritmo para 3
horas aunque en las dos últimas millas bajé ritmo. Acabamos de pasar por el
Cutty Sark donde el ambiente es apoteósico. Sobre el Km 12 tomo mi primer gel. Impresionante
también la concentración de gente al cruzar el Támesis en Tower Bridge.
La animación en Tower Bridge es impresionante y te vienes arriba. |
El Km 15 paso en 1 hora 04’12´´.
En el sentido contrario, en la milla 20, me cruzo con Kipchoge camino de la
victoria seguido de Tola Kitata. El ritmo en este parcial ya se ha ido a
4’22’’. Sigo con la táctica de ir por sensaciones. No me agobio. El sol empieza a apretar de lo lindo y yo me animo hablando con Fer: "Este maratón lo vamos a acabar", "Fíjate que ambiente", "Esto es un Major Fer"...
A la altura del Km 20 sigo
perdiendo ritmo. Último parcial de 5 Km a 4’33’’/Km. La media la cruzo en 1h
31’43’’ pero queda un mundo. En el siguiente parcial ya nos vamos a 4’40’’/Km.
Creo que hice muy bien en regular desde la milla 8 porque voy entero pero con
dificultades. Se empieza a ver a corredores con dificultades y estamos en el Km
25!!!! Me tomo el segundo gel.
Ante las dificultades siento la
fuerza que me manda Fer. El último 5000 lo hacemos a 4’58’’/Km pero no voy
derrotado, voy feliz de vivir este ambiente. De aquí a meta en numerosas
ocasiones hago aspavientos con los brazos para conseguir los vítores del público.
No me importa gastar energías, lo estoy disfrutando a lo grande. Creo que Fer
también lo estará haciendo.
Todo apuntaba a que en los
últimos 12 Km nos caería una minutada teniendo en cuenta la progresión de los
ritmos pero no. De ahí a meta mantenemos el tipo por debajo de 5’00’’/Km.
Las aceras, salvo en la zona de Canary Wharf, están llenas de gente y "nosotros" decidimos empezar el show. En las zonas donde la gente está en calma hago aspavientos para conseguir su aplauso a los gladiadores.
Levantando a las masas jajaja |
En la milla 19 tomo un tercer
gel. Hay que reponer “gasolina”.
Las últimas millas parece un
campo de batalla. Muchos corredores andando y unos cuantos necesitando atención
hospitalaria. En la milla 22 nos cruzamos con los que van en la milla 13. Se
les va a hacer un calvario porque la previsión de que su cubriera sobre las 14
horas no se cumplirá.
Y ya
vemos el London Eye.
¡Qué siga la fiesta!
|
Y ya
vemos el London Eye y llegamos a la torre del reloj encaminándonos hacia
Victoria por una recta de una milla plagada de gente y quedan 600 m para la
gloria.
600 to go!!! Felices!!! |
Último giro y recta de meta. “Lo
hemos logrado Fer”. Rompo a llorar mientras me cuelgan la medalla y es que las
emociones vividas han sido muchas.
Últimos metros |
CAPÍTULO 4: EL FINAL DE LA
AVENTURA
Acabada la carrera recogida de
bolsa del corredor, acudo al guardarropa y regreso al hotel. Parece que
muscularmente las piernas están en muy buenas condiciones. La zona por la que
iba a atravesar no se puede pasar. Un corredor está tirado con asistencia
hospitalaria.
Medalla conseguida!!! |
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