Un nuevo maratón me esperaba el 19 de octubre en Bilbao. Un
nuevo reto con los 42.195 m
que afrontaba con mucha ilusión después de las buenas sensaciones que tuve en
Coruña 42 la pasada primavera. En esta nueva aventura había algunas novedades,
las principales eran que era un maratón nocturno y que tenía el asesoramiento
técnico de Pedro Nimo, quien diseño un plan de 11 semanas (otra novedad ya que
solía hacer planes de 17). Segundo mister que tengo y segundo llamado Pedro,
jajaja.
Así comencé la preparación específica el 5 de agosto con el objetivo
de bajar de las 3 horas y con una
consigna clara del mister: “los planes están para alterarlos” o lo que es lo
mismo, no hay que obcecarse y una premisa fundamental es “escuchar tu cuerpo”.
Así tuvimos que reestructurar la 3ª semana por una sobrecarga del gemelo
externo de la pierna derecha, la 8ª semana por sobrecarga del peroneo externo
que provocó la inflamación del 5º metatarso del pie derecho y la 10ª con
sobrecarga del grácil derecho. Son circunstancias a las que te expones al
emplearte a fondo.
Las principales diferencias respecto a mis planes anteriores
fueron la realización de pirámides y entrenos que mezclaban series de cuestas y
200 m .
Intenté dar lo mejor de mi mismo y pienso que conseguí un buen estado de forma.
En las pruebas de 10 Km
de Baiona y el Berbés mejoré en 1’
mis tiempos respecto al año pasado. Todo corroborado en la media maratón de
Oporto con un buen tiempo teniendo en cuenta la dificultad de esa prueba.
Salí el viernes 18 en coche con la familia después de comer
y tras 7 horas de viaje estábamos en Bilbao. En un área de servicio tuvimos el
primer contacto con los colegas del “Canuda Team” Quique Estévez, David Alonso
y Bernardo Durán, además de mi compañero de equipo Fernando Abreu y un par de
familiares, Trini y Paco.
Antes de salir a trotar |
A la mañana del maratón hice poco más de 15’ de trote para soltar
piernas. Luego nos acercamos a la recogida de dorsales donde quedara con otro
gran compañero “devora maratones y pruebas varias” Antonio Franco. Al salir de
la feria del corredor quedamos con el grupo de la Canuda , con quien
compartimos unas horas hasta el café de la sobremesa.
La foto con la camiseta del IES Salvaterra de Miño |
Co meu colega Antonio Franco |
Luego retirada al apartamento a descansar un par de horas e
intentar contestar a las numerosas muestras de afecto que recibo en el Facebook.
Todas me honran pero especialmente las del mister. Tenía en muy alta estima a
Pedro Nimo pero esta experiencia a su lado me reafirma en su humanidad.
Confiaba en mis posibilidades pero que un atleta de su experiencia y categoría
creyera firmemente en conseguir el objetivo me llenaba de satisfacción. Una de las cuestiones a resolver era qué tomar en las horas previas al maratón. Me decanté por hacer lo cotidiano en un maratón matutino: desayunar café cortado y galletas.
Solo hubo una cosa que me intranquilizó antes de salir hacia la carrera: no evacúe en la medida en que suelo hacerlo cuando la prueba es de mañana. Cuando cogimos el coche para encaminarnos hacia el museo Guggenheim es el momento de mayor inquietud porque al llevar un Km me percato que no llevo la bolsa del guardarropa. Vuelta atrás y el tiempo se empieza a echar encima. Tenemos suerte y conseguimos un aparcamiento relativamente cerca.
Luego retirada al apartamento a descansar un par de horas e intentar contestar a las numerosas muestras de afecto que recibo en el Facebook. Todas me honran pero especialmente las del mister. Tenía en muy alta estima a Pedro Nimo pero esta experiencia a su lado me reafirma en su humanidad. Confiaba en mis posibilidades pero que un atleta de su experiencia y categoría creyera firmemente en conseguir el objetivo me llenaba de satisfacción.
Una de las cuestiones a resolver era qué tomar en las horas previas al maratón. Me decanté por hacer lo cotidiano en un maratón matutino: desayunar café cortado y galletas.
Solo hubo una cosa que me intranquilizó antes de salir hacia la carrera: no evacúe en la medida en que suelo hacerlo cuando la prueba es de mañana. Cuando cogimos el coche para encaminarnos hacia el museo Guggenheim es el momento de mayor inquietud porque al llevar un Km me percato que no llevo la bolsa del guardarropa. Vuelta atrás y el tiempo se empieza a echar encima. Tenemos suerte y conseguimos un aparcamiento relativamente cerca.
Camino de la salida |
Km 9 |
Km 18 |
Km 33. En pleno sufrimiento y con los ánimos de Tania durante 100 m. |
Hace una noche muy agradable (para correr se demostrará
después que demasiado calurosa). Llevaba una camiseta de manga corta para
evitar el frío pero compruebo que es innecesaria. Tras entregar la bolsa en el
guardarropa me despido de mis hijas y mujer y hago un breve calentamiento. Son
escasamente
Gracias a la posición avanzada en la que salimos no
tenemos problemas en los primeros Km porque es un verdadero embudo ya que el
principio del recorrido se transita por la mitad de un carril bici. Son como
De repente paso de estar rodeados de corredores y teniendo que
frenarme para no ir a su ritmo a la más absoluta soledad. Encaro el tramo del
carril bici con un corredor a
Creo que ha sido el maratón en el que más tranquilo estaba
en las horas previas pero no fue mi día. No hay que darle muchas vueltas. Tal
vez pagué las 7 horas de coche, tal vez los 26º y humedad reinantes, tal vez la
pasta salada del restaurante italiano del mediodía, tal vez el suelo irregular,
tal vez la soledad de la segunda parte de la prueba, tal vez los dos fortasec
previos a la carrera, tal vez el beber
en abundancia, tal vez los tramos desangelados, tal vez algo de viento en el
tercio final, en fin, a saber... Lo siento por el mister esto no es una ciencia
exacta. Mi apreciado compañero Antonio Franco me lo dijo en varias ocasiones
“Bilbao no es fácil” ¡Qué razón tenía! Y es que sólo 18 atletas consiguieron
bajar de las 3 horas.
La cuestión es que conseguir atravesar la meta con mi brazo
cara al cielo donde si existe el paraíso, cosa que dudo, allí estará mi tía
Lita, una de tantas víctimas del cáncer y a la que especialmente dediqué mi
esfuerzo.
Después solo quedó el consuelo de mi familia. Es algo muy
especial compartir un maratón con ellos. De recuerdo me quedan los pies con las
uñas de mis dedos anulares moradas. Ahora un par de semanas de recuperación y a
seguir haciendo maratones!!!! Gracias a tod@s. MARATONIAN@S
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Gran Cronica Pancho. Ha tenido que ser durisimo , pero .... ya sabes que lo que no te mata te hace mas fuerte y estas se recuerdan con el mismo cariño (a la larga ) que las de mmp
ResponderEliminargrande Pancho