Este maratón comenzó en noviembre de 2012 tras acabar el
maratón de Valencia y es que no sé que me pasa que termino un reto maratoniano
y tengo que tener otro en mente jajaja. De igual manera ocurre ahora que ya sé
que me espera el Bilbao Night Maratón el próximo 19 de octubre de 2013. Qué le
vamos a hacer, cada uno es feliz a su manera jejeje. … y que no cambie mientras
exista la ilusión y el placer por correr.
En la preparación no
hubo contratiempos en forma de lesiones y todo salió a pedir de boca ya que
mejoré marcas en 10 Km
y media maratón. Parte del buen estado de forma fue gracias a la compañía en
los largos de los compañeros Bruno Muiños (Govi) y Marcos Méndez (marcosmonki),
compañeros con los que compartí el objetivo de bajar de 3 horas. La verdad es
que llegamos esperanzados con bajar de esa barrera. En mi caso iba con cautela
pero con confianza. Prueba de ello es que no estaba nervioso en la semana del
maratón y mismo el día anterior y las horas previas estaba inusualmente
tranquilo.
Uno de los últimos CARMA dominicales |
Pero volvamos al inicio del fin de semana. Salí
con la familia a media mañana del sábado en dirección a la ciudad herculina.
Comimos con los compañeros de largos antes mencionados y sus familias. También
coincidimos con el compañero de equipo David Boleas (Papabaloo) en el
restaurante (lástima de no darnos un telefonazo previamente para compartir
mantel).
Tras dejar las cosas en el hotel aprovechamos la tarde para dar un
paseo con unos amigos de A Coruña y nos tomamos una cerveza en la plaza de
María Pita, el lugar soñado para el día siguiente.
En María Pita la tarde anterior |
La cena, tipo bouffet, la hicimos en el hotel.
De nuevo con mis compañeros y sus familiares y con un gran número de
maratonianos. Todos llenando las reservas de cara al día siguiente. También
estuvimos elucubrando de qué sección del Barcelona eran los comensales que
teníamos al lado y que iban uniformados con el escudo de Barça.
CARMA cena |
Luego a la cama.
Dormí a ratos pero bien ya que me daba media vuelta y
conseguía volver a conciliar el sueño. Como no me gusta andar con prisas me
levanté a las 5:50 y fui de los primeros en estar desayunando. Compartí mesa
con Miguel Marzoa (moussambani) y mis compis Marcos y Bruno. Luego aún tuve 45’ para prepararme en la
habitación. Todo fue sobre lo previsto. Conseguí “descargar en condiciones” y a
las 7:45 bajé al hall del hotel para partir con los compañeros hacia la salida.
La temperatura agradable y nuestro mayor temor, el viento,
no daba señales de vida. El calentamiento lo hicimos a ritmo suave y saludando
a un gran número de compañeros. Este es el aspecto que más me ha gustado del
maratón Coruña 42 ya que se puede decir que fue un maratón familiar en el
sentido que gran número de corredores eramos conocidos. Cuando se iba acercando
la hora procedimos a entrar en nuestro cajón Bruno, Marcos y yo. Miguel Marzoa
está en el cajón precedente.
Se acaba de dar la salida |
A medida que se iba acercando la hora me da la
impresión que hay un número significativo de corredores por delante nuestra que
son más lentos. Dicho de otra forma, que estamos en un lugar atrasado. Dudo si
comentarle a los compañeros de cruzar la cinta hacia el siguiente cajón pero al
final opto por seguir en el lugar que por mi dorsal me corresponde.
Antes de salir tuvimos el sobresalto que te produce ver como
un atleta portugués entra en el cajón saltando una valla con la desgracia que
le cede y se pegó un costalazo de muy señor mío.
Se guarda un minuto de silencio por las víctimas del maratón
de Boston en el que también me acuerdo de compañeros lesionados como Luis
Alfonso Novo Veiga o de otros que están pasando por momentos difíciles como
Xose Manuel Carrera. Me digo “Va por todos ellos”.
Comenzamos con prudencia para evitar zancadillas o
pisotones. Sale un primer Km muy lento ya que a lo estrecho del trazado inicial
se suma el tema anteriormente comentado de parte de los corredores que van a un
ritmo más lento del 4’10’’/Km que nos hemos marcado por objetivo. A esa
velocidad está garantizado bajar de 3 horas. Con ese propósito llevo el Garmin
en una configuración en la que uno de los datos es el ritmo medio de carrera.
Las matemáticas dicen que un ritmo de 4’15’’/Km permite conseguir bajar de 3
horas pero tengo que tener en cuenta que el GPS me va a marcar más metros por
cada Km (al final me salieron 43,16
Km).
Como dije el primer Km vamos frenados por la estrechez
de los primeros metros que nos impide sobrepasar a atletas más lentos
(4’35’’/Km).El Globo de las 3 horas se
encuentra a unos 100
metros pero no nos preocupa. Queda mucho camino por
recorrer. El segundo Km sigue siendo más lento que el objetivo (4’16’’/Km) pero
en los siguiente ya marcamos parciales que llevan a que mi Garmin se estabilice
en un ritmo promedio de 4’10’’/Km solo ligeramente alterado dependiendo si
prima la bajada o la subida en cada Km. Las dos primeras vueltas las hacemos
juntos “el trió del CARMA” aunque en algunas ocasiones los compañeros me sacan
unos metros. No porque tenga dificultades para seguirlos sino porque yo me
marco una velocidad de crucero y no la cambio.
Refrigerando el cuerpo |
Tenemos al grupo de las 3 horas a la vista. La
primera vuelta la paso en 59:28 y muy cómodo. Todo marcha según lo previsto y
cada 8 Km
aproximadamente estoy alternando una pastilla de glucosa y un gel. Además el
tiempo acompaña ya que no hay casi viento y la temperatura aunque subió aún es
agradable. Durante la segunda vuelta recortamos la distancia al grupo
de las 3 horas y al llegar al avituallamiento del Km 25 cogemos su cola. Este,
analizado a posteriori, es el momento clave. Mis compañeros se unen al grupo y
yo, confiado en engancharme un poco más tarde, me relajo un poco mientras tomo
un gel ya que no quiero ir con un pelotón tan numeroso. El paso por meta aún es
prometedor ya que vuelvo a realizarlo en menos de una hora (59:24) pero aún
quedan 14 Km,
todo un mundo cuando se trata de completar 42 Km.
Todo va genial. Buenas sensaciones y mucho
apoyo de compañeros, unos que corren y otros que apoyan desde las aceras. Así
como sus familiares. Pero en la tercera vuelta se junta la aparición del viento
con el desgaste lógico de los Km. Así desde el Km 34 el ritmo ya sobrepasa el
ritmo objetivo, no en demasía, pero en esos 8 km se fue, por poco, pero se
fue el sub 3. Salió esta última vuelta en 1 hora 01’04’’.
El lado positivo es que llegué bastante entero
muscularmente. Al llegar a María Pita me obceco en que el crono sobrepasa los 180’ y no disfruto la entrada
en meta como se merece rebajar el crono en más de 2'.
Se acabó!!!!! La medalla es de toda la familia |
Grandes mis compañeros de entrenos que han
logrado bajar de la barrera de las 3 horas. Después de recoger la medalla toca
el abrazo con la familia. Ya en el hotel unas últimas fotos con los compañeros.
Otro peldaño subido hacia las 2 horas 59’59’’. Próxima estación Bilbao.
MARATONIAN@S
Noraboa e a por Bilbao
ResponderEliminarRama