En todos los maratones corres la misma distancia pero no
duran lo mismo y es que para mi un maratón comienza cuando emprendes el viaje para correrlo. Cuando se
trata de hacer un viaje a un lugar lejano lo ideal es llegar con muchos días de antelación, más si
es como en este caso que hay un cambio horario importante. Pero las
circunstancias son las que mandan y llegué a Chicago cuando faltaban menos de 3
días para correr.
El jueves, día del viaje, fue muy largo, ya que amanecí a
las 4:45 españolas. Tras 1 hora de avión hasta Madrid y dos de espera en el
aeropuerto, aún quedaba un vuelo de 9 horas 25’ hasta Chicago y una espera de
hora y media para pasar aduana.
El vuelo a Chicago lleva un buen número de maratonianos.
Cuando llega el carrito de la comida a mi altura solo queda ternera. El azafato
me ve con chándal y me dice “usted también va al maratón ¿no? …y quiere pasta. Gentilmente se acerca la azafata del otro pasillo y me trae la tan
ansiada pasta. Un viaje tan largo da para una buena siesta pero fue muy escaso
el tiempo que dormí. Así que el viaje dio para ponerse a leer parte del libro
que llevaba, el periódico y ver tres películas.
Tras pasar la aduana toca un viaje en metro de 45’. Total
que hasta las 18:00 (la 1 de la madrugada española) no llego al albergue. Como
se trata de un viaje express hay que aprovecharlo a fondo por lo que dejo los
bártulos en la habitación y me voy a dar una vuelta por la Magnificent Mille y
me voy a cenar un perrito caliente a Portillo’s, donde presumen de que ahí
nacieron los famosos hot dogs.
Luego camino de casa me acompaña un chaparrón. Me meto en
cama a las 22:30 (17:30 españolas).
El viernes empieza también tempranito.
El cambio horario se nota y a las 3:30 me despierto pero consigo echar un par de cabezaditas antes de ir a las 7:30 a hacer el último entreno de la preparación siguiendo la senda del lago Michigan. Paso por los aldedores del parque Grant, donde sale el maratón, y compruebo que a falta de dos días ya está prácticamente todo preparado (todo vallado para evitar ya el acceso).
No os quiero aburrir con el relato y simplemente deciros que
dediqué el día a hacer turismo y acercarme a la Feria del corredor a recoger el
dorsal y comprar algunos regalos.
Creo que es la más grande en la que he estado y ya es decir porque las de Berlín, Boston o New York no eran precisamente pequeñas.
El día lo acabé cenando otra de las cosas afamadas de la ciudad. Una Deep-dish pizza en Pizzería Uno.
El sábado la intención es ahorrar energías pero como suele
pasar cuando estás en una ciudad que no conoces vas a dar un paseíto y al final
acabas andando más de lo que pensabas. Fueron unos 8 Km desde la tienda de Nike
hasta el albergue yendo por la zona portuaria.
La tarde ya no salí del
albergue. Cena a la hora americana (17:30) aceptando la pasta party gratis que
nos ponen a los maratonianos que estamos alojados (unos cuantos!!!).
Antes de acostarme pico algo en la habitación.
Ya se sabe que la semana previa al maratón hay que
hidratarse a conciencia y más el día antes. Eso llevó a que tuviera que
levantarme un par de veces de noche al servicio.
Las circunstancias en las que llegaba a la cita hicieron que
estuviera relajado antes del maratón. Por una parte ya consiguiera mi sueño de
bajar de las 3 horas y por otra parte no hay que olvidar que venía de estar 2
meses lesionado. Como dice un compañero “los maratones de casa son para hacer
marca y los de fuera para disfrutarlos”. Eso no quita que uno lo intente hacer
lo mejor posible.
Tan relajado estaba que como el albergue estaba a escasos 5’
de la zona de salida que salí a las
7:10. Poco más y no llego ya que no contaba que para entrar en la zona de los 5
primeros cajones había que pasar primero una entrada y por lo tanto era un
embudo. Total que llego pero de calentamiento hice 53 m!!!!
Mirar si estaba tranquilo que camino del parque enciendo el
Garmin y estaba bloqueado en el inicio y ni con esas me alteré. Me limito a
encenderlo y apagarlo 3 o 4 veces hasta que me doy por vencido y lo dejo
encendido. 5’ antes del inicio del maratón se desbloqueó. En el cajón avancé lo que buenamente pude y
cuando se da el pistoletazo de salida solo pierdo 20’’ en pasar por la
alfombrilla.
Salgo tranquilo. En el primer Km hay un túnel que te
desajusta el GPS. Teniendo en cuenta esa
circunstancia sale el primer Km en 5’01’’. El primer parcial de 5 Km sale en
21’28’’ La temperatura aún es buena y las sensaciones buenas dentro de un
ambiente fantástico con las calles llenas de aficionados animando. Ya en estos
primeros Km me bajo los manguitos. En el Km 8 me alcanzan los corredores guía
de las 3 horas y decido seguir su estela. Sale el segundo 5000 en 21’13’’. Algo
de viento pero casi inapreciable al ir resguardado por una legión de
corredores. El ambiente sigue siendo impresionante. Poco antes de acabar el
tercer 5000 me tomo el primer gel. Las
cosas siguen pintando bien saliendo este parcial en 21’06’’. Todo sigue por el
buen camino en el siguiente 5000, que será el más rápido en la carrera, con
20’59’’. Está saliendo un ritm para bajar por poco de las 3 horas. Así paso la
media en 1h 29’40’’. El quinto parcial aún voy en tiempos pero las sensaciones
ya no son iguales (21’22’’). Es el Km 25 y los corredores guía me sacan unos
metros. En este momento podía exprimirme e intentar enlazar pero prefiero
seguir mi ritmo. Ya no es posible, en ningún momento lo fue, hacer MMP y no me
compensa el sufrimiento. La táctica será intentar un ritmo cómodo y a ser posible
que no supongo que decaigan mucho los tiempos.
Así el tramo Km 25 – 30 sale en 22’28’’ y el siguiente en 23’35’’.
Coincide esa decadencia en mi velocidad con que se traviesa en la segunda parte
de la carrera zonas mucho menos animación y cuando hay tramos con viento ya se
nota más puesto que los corredores vamos más desperdigados. Y lo peor, el
calor. Cada dos millas hay avituallamiento líquido y aunque mimo este tema, el
calor se hace sentir (antes de salir del albergue ya tuve la prudencia de echar
crema protectora).
Y llega el momento más duro, entre el Km 35 y 40 se junta
todo: las piernas como plomos, el calor, zonas desangeladas de animación, un
continuo de corredores que te sobrepasan solo con el consuelo que también
encuentras algunos que van peor que tú. El cuerpo puede más que la mente y paro
en dos ocasiones a estirar. Se va el parcial a 26’09’’.
Los dos últimos Km me recupero un poco. Se vislumbra la meta
y eso me da ánimos. Consigo volver a rodar por debajo de 5’00’’/Km. A falta de
300 metros hay una cuesta de unos 100 metros. ¿A quien se le ocurre en un
maratón casi plano poner una cuesta al final? Jajaja. Recta final. Manos
arriba. 3h 08’46’’ brutos y por mi Garmin 3h 08’29’’.
Sin pausa al albergue, ducha y para aeropuerto, donde me ocurre una anécdota para el recuerdo
durante la espera. Llevaba la camiseta del maratón y una azafata aficionada a
correr se acerca a preguntarme si había corrido el maratón y cómo me había ido.
Fueron 15’ de agradable conversación en la que me llega a presentar al
subcomandante e la tripulación, también maratoniano.
A la media hora del vuelo se acerca y en un detallazo me
ofrece una cerveza con aceituna y frutos secos. Pese al cansancio, quizás
precisamente por eso, no consigo dormir. Aún en el amanecer la azafata me
ofrecerá un café que me tomaré con las azafatas y el sobrecargo en la zona
delantera de la aeronave.
Ya en Barajas toca esperar para coger el avión que me lleve
a casa.
Ha sido una experiencia fantástica, lástima que en esta
ocasión no me pudiera acompañar la familia. Como siempre va por ellos y en esta
ocasión para un valiente que está luchando contra el cáncer: Felipe Pérez.
Mucha fuerza compañero en el gran maratón de tu vida. Sé que lo vas a conseguir
y después ya te comerás los maratones que te echen.
Parece que he acabado entero. Ahora a recuperarse y a pensar
en el siguiente. Si todo va normal el 20 de marzo nos volveremos a encontrar
con los 42,195 Km en Ferrara.
MARATONIAN@S
He disfrutado leyendo la crónica como si hubiese estado en Chicago!!! Gracias amigo.
ResponderEliminarUna vez más, gran crónica y gran maratón
ResponderEliminarGracias David!!!
EliminarGrande amigo.
ResponderEliminarNoraboa!!!?
Grande amigo.
ResponderEliminarNoraboa!!!?
buena crónica Pancho, y además haciendo migas con las azafatas pillín jajajajaja, otro major para la saca
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